LA MUJER EN SU DIA. ¿ALGO QUE FESTEJAR?

RAFAEL MARIN MARIN*
8 de marzo es el día internacional de la mujer. Debemos celebrarlo? Si, por lo menos no olvidarlo, es un recordatorio mundial, un balance anual de lo que los gobiernos y la sociedad en su conjunto han hecho por el reconocimiento primero de la mujer como ser humano, luego de sus derechos y finalmente como actora fundamental en el desarrollo integral de la familia y la sociedad. Pero sobre todo, un recordatorio de que en el mundo, en México y el estado, las mujeres siguen luchando día a día para que sus derechos humanos, de género o su igualdad jurídica de los sexos sea reconocida a plenitud. Decir otra cosa distinta a lo aquí escrito, seria mentirnos a nosotros mismos, ofender el sentido común de las mujeres.
Las cifras de lo logrado o avanzado en pro de los derechos de la mujer, lo mucho o lo poco, está por demás citarlos, otros escribientes lo han hecho y lo seguirán haciendo. Y son cifras que no podemos del todo sentir como satisfechas porque finalmente el reconocimiento de los derechos en general de las mujeres no son regalías del estado mexicano o producto de triunfos de los partidos o actores políticos, para nada. Pensarlo así, solo demostraría un profundo egocentrismo de quien lo dijera o expresara, pero sobre todo su absoluta IGNORANCIA en tema de Derechos humanos y respeto al Estado de Derecho, porque si bien es cierto que hay logros no menos es cierto que un país como el nuestro que habla de democracia todos los días, es ilógico pensar que aún existen grandes y graves rezagos en materia de derechos de y para las mujeres, además de sendas violaciones a los mismos que incluso les cuesta la vida.
Las mujeres siguen siendo en la actualidad, presas de esclavitud laboral, sexual, familiar incluso al seguirles dando el roll de “amas de casa” que las tiene atadas todos los días a la escoba y la jerga. Son vejados sus derechos sistemáticamente al permitirles a las menores de edad trabajar en cruceros, , vendedoras de droga, bares, prostíbulos, tubos. Otras más prefieren el anonimato ante la golpiza o represión que puedan sufrir si dicen algo en contra de los maridos golpeadores y violadores, los hijos crueles o el abandono de ancianas. En los super o centros comerciales, bajo la figura de altruismo o participación ciudadana, miles de mujeres de la tercera edad realizan verdaderas jornadas laborales con horas extras incluso a cambio de unas monedas que le da quien acude a surtir su despensa, sin que la autoridad haga algo o la empresa enmiende su error y se afine un convenio satisfactorio para ambas partes.
En el campo mexicano la mujer es sometida a extensas jornadas laborales producto de su pobreza e ignorancia, además de ser en varias partes del país, producto de venta para el mejor postor a cambio de dinero, comida o animales. Otras más, mueren esclavizadas a la ignorancia ante la falta de políticas públicas verdaderamente transversales y la eliminación de la simulación en los programas de alfabetización. Muchas de ellas nacen en el suelo y mueren en el suelo ante la miseria que todavía las abate, a pesar de los programas oficiales que les llega a unas y a otras no, porque el esquema de diagnóstico, inclusión y beneficio, muchas veces está a la discrecionalidad de la autoridad municipal en turno, lo que rompe constitucionalmente con el derecho social a este beneficio gubernamental, que sigue siendo insuficiente para revertir sus actuales condiciones de vida, que conocemos todos y que no se pueden esconder o tapar con un dedo, menos borrar de la faz de la tierra con declaraciones propias de campanas, que no dicen el cómo, cuándo o con que se revertirán dichos males, hablo de todo el país.
Más triste es saber que muchas mujeres han sufrido en carne propia, la extorsión, el secuestro, la violación, el feminicidio en condiciones por demás narrativas ante su realidad dantesca. Pero nos da miedo decirlo cuando deberíamos tener el valor de platicar tofo esto precisamente con las mujeres para buscar soluciones conjuntas de corto, media y largo plazo que evite volver a repetirla. Seguimos teniendo en casa o con conocidas, madres jóvenes a los doce años de edad, que en el mejor de los casos ambas vidas se salvan.
En SIDA las ha afectado que incluso existen denuncias de que son esterilizadas contra su voluntad. Qué decir del bulling autorizado por la sociedad mexicana al seguir burlándonos de las mujeres por su condición física, étnica, religiosa, social, cultural, económica, sexual. Chistes de todo tipo se tejen día a día en fiestas y convivios donde la mujer es ofendida, maltratada, humillada ante la risa por cierto y a veces aplausos en televisión, de las propias mujeres. Otras más sufren el abandono de los padres de sus hijos al no cubrir los gastos de los menores bajo el argumento de que la falla fue de ella y que por tanto ese es su pago.
En todo la perversión que se teje en contra del reconocimiento de los derechos plenos de las mujeres a una vida no solo de no violencia, sino de absoluto respeto a los derechos humanos y universales, estamos todos metidos, nadie se escapa. Por ello mi pregunta fue al principio si hay algo que festejar en el día internacional de la mujer y reitero que sí, si hay mucho que festejar, y no propiamente me refiero a los logros que como gobierno y sociedad hemos tenido para darle a las mujeres el lugar que merecen, es lo menos que podemos hacer, ya solo faltaría que gobierno y sociedad no hiciéramos nada por ellas. Me refiero básicamente a que hay que festejar y mucho, como es el compromiso que asumamos a partir de hoy, para darle a nuestras vidas un rostro diferente y de pleno compromiso y solidaridad con las mujeres que transforme la vida de ellas y de todos, desde lo local a lo global, de lo privado a lo público. No puedo entender una festividad cada anualidad si lo hacemos hablando de cifras buenas mínimas y abismos malos. Es simplemente una reflexión que deseamos dejar en la mente del lector y la lectora. Las mujeres no son propiedad de nadie, son actoras de su propio desarrollo y lo han demostrado, el estado mexicano debería tener en todos los cargos públicos y de elección popular desde el más bajo hasta el más alto, pero de verdad, ocupación de los mismos en 50% de mujeres, así si hablaríamos de algunos cambios entre otros, que aún están en el abismo esperando ser reivindicados. Actuemos.
Email: rafaelmarinmarin@hotmail.com
Twitter @rafaelmarinlex
*Presidente del Colegio del Colegio de Profesionales y Técnicos de Veracruz/México.